Fuga de cerebros

Pan y circo para el pueblo una antigua frase romana que puede describir en cierta forma la actualidad en la que con tal de mantener calmada a la población se le provee de  alimentos y entretenimiento de escasa calidad. Estamos estancados, México es llamado un país en vías de desarrollo desde hace más de 50 años

Una de las principales razones de este estancamiento es el poco interés que existe en México por la ciencia y la tecnología, Tenemos excelentes universidades, investigadores brillantes, entonces ¿Por qué el rezago?

La falta de apoyo, de difusión. Diariamente se leen en periódicos noticias del mundo del espectáculo, de los deportes. Pero, ¿y la ciencia? Relegado a uno o dos párrafos, opacado por fotografías de los estadios, de actrices y actores que desvían la atención.

Los medios de comunicación están dando un mal enfoque. Por experiencia propia puedo mencionar como en diversos programas la gente interesada en la ciencia es deleznada a un “estatus vergonzoso”, convirtiéndose en objeto de burlas y maltrato hasta el día en que se olvida de sus estudios y se convierte en alguien del montón para ser aceptado por la sociedad.

¿Qué hacen los actores que nos deslumbran?¿Son más divertidos? ¿No nos damos cuenta de las comodidades y diversiones que nos han brindado esas personas consideradas como sosas?

Al parecer no del todo. Una encuesta del INEGI al 78.22% de los jóvenes mayores de 18 años que cursan algún grado escolar no les interesa la ciencia como carrera. También se revela que un 50% de la población dijo que los científicos son “peligrosos” por la cantidad de información que manejan.

El gobierno mexicano ignora esta situación, se olvida del CONACYT dejándole  prácticamente con nada para patentar descubrimientos e inventos dando lugar a la llamada fuga de cerebros, donde los científicos deben buscar apoyo extranjero.

Un caso bien conocido es el científico Guillermo Gonzales Camarena, inventor de la televisión a color a quien le fue necesario buscar apoyo en el gobierno estadounidense para difundir ese invento que ahora es considerado como “gringo”.

Otra situación menos conocida es la de Mario Molina premio nobel de química en 1995 pero que tuvo que desarrollar sus investigaciones en laboratorios norteamericanos adoptando posteriormente la nacionalidad estadounidense.

El gobierno mexicano debe tomar esta situación más en cuenta, debe darse cuenta que en México hay potencial, talento que debe ser aprovechado para salir de este bache en que estamos. Deshacerse de los programas “basura”, difundir la lectura, documentales, mostrar el lado interesante de la ciencia para interesar a la población. Solo de esta manera podremos salir del bache en el que estamos metidos.

"Es doloroso ver que una sociedad admira más a un futbolista que a un científico"

 (Hugo Barrera, 2000, pag 12)

Sharon Eliana, Discurso Final de Competencia comunicativa